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De la soledad del Uno a las invenciones en la pareja amorosa


lacan21 - 30 de mayo de 2021 - 0 comments

Cleide Pereira Monteiro – EBP/AMP

¿El amor será dar de regalo al otro la propia soledad?

Puesto que es la última cosa que se puede dar de sí.

Clarice Lispector

¿Cómo el parlêtre se autoriza de lo femenino a partir de la experiencia analítica, promoviendo un cambio en la esfera del amor y del lazo con el Otro? Esta cuestión nos invita a pensar en a pensar sobre las transformaciones que el amor sufre en un análisis que llega a su término: del amor condicionado por el pathos de la repetición -amor ligado al síntoma, al campo de las identificaciones- al amor con condiciones vinculado al acontecimiento de cuerpo, ligado, por lo tanto, al sinthome1, a la marca irreductible del goce éxtimo.

Lacan nos enseña que “para el hombre, una mujer siempre es un síntoma”2. Una mujer hace de la devastación su partenaire-síntoma3, consecuencia del amor sin límite, tejido en lo infinito del goce. Pareja de su soledad4, una mujer experimenta un goce marcado por el “sello de la ignorancia”5. ¿Qué puede la experiencia analítica promover en esa pasión de no querer saber nada sobre el goce? Es preciso considerar allí la experiencia con la soledad. Pero, ¿de qué soledad se trata?

La soledad del extimismo

El análisis es una experiencia con lo femenino, esa tierra incógnita que habita en cada uno de nosotros y donde se transita el goce como alteridad irreductible, haciendo que el parlêtre experimente una soledad que no tiene borde ni límites6. Es una soledad vinculada al agujero del Otro, soledad del goce del Uno, irreductible, sin representación posible. Como señala M. Bassols7, se trata de una “soledad del extimismo”8.

Para penetrar en esta zona de una soledad irreductible, un análisis se orienta por la instancia de la letra de lalengua singular, por el acontecimiento de cuerpo efecto del troumatisme9, por la acción de un significante que opera fuera del sentido. De los vestigios de lo que fue el trauma del goce sobre el cuerpo, surge la vía de acceso al nuevo amor, como nos enseñan los testimonios del pase.

Una mujer Otra un poco sola

Irene Kuperwajs10 habla de un acontecimiento de cuerpo precoz que la acompañó durante los primeros meses de vida: “espamosollozo”, escuchado en su infancia como una holofrase. Esto la hacía retener el aire, el grito y el llanto. Este acontecimiento de cuerpo solo se hace presente en los últimos tiempos del análisis y fue leído como “la insondable decisión del ser que fija precozmente el goce en el silencio”. Se ofrecía al otro como un “dulce”, un caramelo apetitoso para ser devorada y gozar del callar. Ser el dulce en la boca del Otro para callar era la modalidad del goce del fantasma, cuyos efectos resonaban en su pareja amorosa, condicionada por el pathos de la repetición.

Como caramelo -ser chupada, tragada o quedar atragantada-, este “dulce” fantasma insistía en la esfera del amor. Desde pequeña fue una apasionada por el amor y sus embrollos. Ad-miraba11 a su marido, padre de sus hijos, que encarnaba el lugar del supuesto saber. En su “discreta” erotomanía, se sentía única, mirada y amada. Solo después puede leer que fue una pareja devastadora. Dice: “él hablaba, brillaba, y yo escogía callar, provocando aún más la consternación mortificante del amor”.

Separarse de la modalidad de goce del fantasma la condujo a la solución sinthomatica, “hablar con la voz suelta y firme”, solución que coloca un borde en lo ilimitado del goce. Del silencio abierto y femenino, surge el “espasmo sonoro” – con el apoyo de la escritura que emerge en el último sueño: tres letras Z  barradas (Z/Z/Z)-, sigue las sorpresas de la vida con ese nuevo arreglo con el goce que vivifica. Del encuentro con la letra del goce  surge la posibilidad de un amor más digno, una nueva apuesta en el amor, en la cual ya no se trataba del amor absoluto ni de ser  la única. La voz del partenaire  y su modo de hablar resuenan en su cuerpo. Fuera de la repetición de lo mismo, es un hombre que la hace abrir la boca para hablar y para experimentar lo que él cocina para ella.

Irene Kuperwajs hace uso de una frase de Lacan del Seminario 21 para decir que comenzó a vivir el amor como “el encuentro de dos medios-decires que no se recubren”12. Se trata de ser la única, pero en el sentido de consentir a la singularidad de su goce, lo que la hace también Otra para sí misma. Ella formula en los siguientes términos la solución que encontró en el amor articulado a lo femenino: “una mujer un poco sola, acompañada por un hombre”.

Entonces, tal vez podamos decir que la invención de un amor más digno pasa por la experiencia de la soledad irreductible, esa que remite a la diferencia absoluta, que demuestra que tratándose de modos de gozar no hay reciprocidad. Podemos decir que ese nuevo amor que surge en el final de la experiencia analítica se sostiene a partir de lo Real, esto es, lo que en la pulsión  Lacan13  reduce a la función del agujero.

Adviniendo de los agujeros pulsátiles, sin memoria, sin representación –“fuera de los límites de la ley, único lugar donde el puede vivir”14  – ese nuevo amor puede disfrutar de un vacío liberado, listo para acoger el impacto de la “mordida del significante en el cuerpo”15 promotor de la radicalidad del goce que se es.

Un amor más digno

Con la “marca del atravesamiento de las identificaciones”, un nuevo amor, un amor más digno porque incluye lo real del goce. El amor más digno, dice Laurent, “articulação dessa loucura que está sempre por um fio nas questões do amor es la “articulación de esa locura que está siempre en las cuestiones del amor” 16. Él recuerda que en lo digno hay das Ding. El amor sería elevar un objeto a la posición de La Cosa.

Esta dimensión inédita del amor-sinthomatico, por incluir toda la carga del goce (impuro, infiel, no recíproco), es un “amor menos tonto”17, es un amor que hace resonar en el lazo con el partenaire sexual la imposibilidad de la relación sexual  y, de ese modo, “ofrecer a la existencia un agujero a través del cual se pueda respirar”18. Siguiendo la erótica de la contingencia, las parejas puedan enlazarse a partir de sus Unos-solos, disfrutando del arte del encuentro dibujado en el instante de una vida.

 

Traducción: Silvina Molina

1 Este pasaje del amor condicionado a un amor con condiciones es abordado por Oscar Ventura en su conferencia “El amor. Siempre Otro” proferida en la XXIV Jornada de la EBP-MG, https://www.jornadaebpmg.com.br/2020/wp-content/uploads/2020/09/texto4_oscar-ventura.pdf
2 Lacan, J., El Seminario RSI, Inédito, 21/5/ 1975
3 Miller, J.-A., El hueso de un análisis, Tres Haches Ed., Buenos Aires, 1998, p. 84.
4 Lacan, J., “El atolondradicho” 14/07/1972. Revista Escansión Nº 1 Paidós Bs. As 1984, p. 37.
5 Miller, J.-A., “Uma partilha sexual”, Opção lacaniana online nova série, Ano 7, Nº 20, julho 2016, http://www.opcaolacaniana.com.br/pdf/numero_20/Uma_partilha_sexual.pdf
6 Bassols, M., “Sor Maria y la soledad como medio”.  Lo femenino, entre centro y ausencia, Grama Ediciones, Buenos Aires, 2017, p. 161.
7 Ibídem p. 162.
8 Ibídem p.161.
9 Neologismo creado por Lacan que condensa trou (agujero) y traumatisme (traumatismo), realzando el estatuto de agujero (trou) del trauma, un agujero que está localizado en el interior de lo simbólico.
10 Kuperwajs, I., “Soltar a voz”,  Opção Lacaniana, Revista Brasileira Internacional de Psicanálise, Nº 82, abril 2020, p. 135-142.
11 Neologismo que condensa la admiración y el verbo mirar.
12 Ibidem, p. 139.
13 Lacan, J., “O umbigo do sonho é um furo – resposta a uma pergunta de Marcel Ritter”, Opção Lacaniana, Revista Brasileira Internacional de Psicanálise, Nº 82, abril 2020, p. 13-20.
14 Lacan, J., El Seminario, libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis (1964), Paidós, Buenos Aires, 2001, p. 284.
15 Ventura, O., “O Amor. sempre Outro. https://www.jornadaebpmg.com.br/2020/wp-content/uploads/2020/09/texto4_oscar-ventura.pdf
16 Laurent, E. A psicanálise e a escolha das mulheres, Scriptum Livros, Belo Horizonte, 2012, p. 242. O amor mais digno, diz Laurent, é a “articulação dessa loucura que está sempre por um fio nas questões do amor”.
17 Tóboas, C. G., Un amor menos tonto: Una lectura del Seminario XXI de Lacan, Grama Ediciones, Buenos Aires, 2015.
18 Idem.