Zulema Buendía – EOL/AMP
Amor nuevo
Lo nuevo en el amor, es el pasaje del goce al deseo en la experiencia analítica: Pasión por lo nuevo que permite a la neurosis salir del goce de la repetición. Pero ¿qué es lo nuevo? ¿de qué amor se trata en la experiencia analítica?. Lo nuevo que aparece en la repetición , una disyunción entre amor y goce.
Un primer acercamiento a lo nuevo es a través del síntoma al inicio del análisis, y lo nuevo al final del dispositivo, que son de distinto orden, aunque se encuentren articulados. ¿Se trata del pasaje del síntoma al sinthome?
La dimensión pulsional del síntoma se puede pensar como lo viejo, el núcleo duro de goce y la dimensión significante como lo que se renueva en la dimensión simbólica.
Para pensar este tema, se puede considerar el poema “Le voyage” de Charles Baudelaire, aporta una idea interesante, en su última frase, dice entonces : “Ir hasta el fondo de lo desconocido para encontrar algo nuevo” La idea nos recuerda el dispositivo del pase, ir al fondo de lo desconocido del goce para encontrar lo nuevo en el amor en la experiencia analítica, para ello hay que ceder el goce hacia la dimensión del deseo.
En el final del análisis, el saber entonces, ya no queda del lado del analista sino del lado del analizante, para posibilitar otro uso de los S1 que se han logrado extraer en el dispositivo, en función de la interpretación que produce un vacío de sentido. El amor de transferencia es el medio que posibilita el pasaje del goce autoerótico al amor abierto a la contingencia.
Amor real
Es importante ubicar en la enseñanza de Lacan, el cambio de perspectiva, a partir de los años 70. Se trata del pasaje del inconsciente transferencial referido al Otro hacia el inconsciente real que se ubica a nivel del Uno. El S1 como letra de goce que remite al vacío de significación, extraída del inconsciente real, a partir de “la torpeza que sabe de la una equivocación”
El testimonio de Alejandro Reinoso nos enseña sobre el amor al sinthome en el texto: “De la indignación de sí a la dignidad del sinthome”. En el comienzo de su análisis se trataba de los pensamientos obsesivos donde el fantasma consistía en el siguiente axioma: “si hablo muero, mejor escucho al otro en silencio y miro”. Programa de goce que anudaba el pensamiento a la huida, en el campo de la inhibición.
Es por la interpretación vía el equívoco, que logra salir de la indignación del goce silente, forma de huida neurótica. Del testimonio se puede recortar dos sueños:
En el primer sueño, ubica en la portada de un libro una palabra en francés, OUIR, escrita en mayúsculas. La lectura desplegada es: El sí, (Oui), Oir, (Ouir), Huir, Gozar/ J (Ouir). Interpretación anagramática del analista que posibilita ir más allá del sentido. Dignidad del sinthome inscripto en el sueño, un saber hacer con la huída y el oír. Otro uso del S1, nueva forma de arreglárselas con el goce, sin retroceder. Así Reinoso dice: “el más allá de la indignación en un paso del huir al Ouir, y un amor al sinthome.”
Un segundo sueño le permite otra lectura del sinthome. Dice: “No sabía en qué país estaba y una mujer le decía que no podía llevar nada. Tomaba un volumen de Freud y otro que no distinguía. En el sueño respondió: “¡Ahí donde vaya habrá colegas! Se despertó con una sonrisa y pensó: Ouir!”. Un ouir enlazado a la Escuela Una, advertido del vacío de la significación, y de la caída de las identificaciones, pero con la invención del sinthome.
Amor al sinthome
El amor al sinthome es una nueva manera de arreglárselas con ese goce sintomático. Un amor real descubierto en el curso del análisis que permite aislar y enlazar los Unos solos, a partir de la lectura de las marcas de goce y su nueva alianza. . El entusiasmo es un efecto de vivificación en relación al goce de la repetición, liberándose la dimensión pulsional a favor de la transferencia de trabajo, es lo que nos enseña el presente testimonio. Un amor de transferencia enlazado a la Escuela Una, con un amor más digno y singular.