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Editorial Lacan 21 nº11


lacan21 - 30 de diciembre de 2021 - 0 comments

Iordan Gurgel – EBP/AMP

Querido lector,

A diferencia de ediciones anteriores que definían un tema a priori, este número de LACAN XXI no siguió esta propuesta y abrió el campo a la libre elección de los autores. Así, a partir de los textos orientadores, vemos opciones temáticas variables que comienzan con la actualidad de “La mujer no existe”, con el texto de Guy Briole, ¡Porque soy una mujer! – que termina con una referencia al “amor civilizado” de Lacan del Seminario 21; el texto de Graciela Brodsky, que retoma su participación en el XI ENAPOL reflexionando sobre “Homosexualidad femenina: una cuestión de amor”; el de Cristiane Grillo y Jésus Santiago, que trata sobre “Sexuación e identidad de género: El analista frente a las mutaciones de género” y, finalmente, con Raquel Cors Ulloa, “Qué   existe finalmente de la persona que se fue… mientras cada Uno se analizó” –  que evoca lo indecible de los finales de análisis, vaciados de significación fálica.

En la rúbrica de La experiencia analítica hoy, los miembros de la Escuela abordan lo femenino, la sexuación, el tema trans, los nuevos síntomas y la supervisión. En “De mujeres, de mitos y de semblantes”, Maria Bernadette Pitteri escribe: “parece que los sujetos trans pueden ser colocados del lado derecho de las tablas de sexuación, lugar de creación, fabricando semblantes”; Eliane Costa Dias, en “El sujeto trans y el psicoanálisis: una alianza posible”, delimita una diferencia entre el fenómeno trans, efecto de los discursos de la época, y el sujeto trans, ser hablante que sufre por no adaptarse al cuerpo y a la identidad que se le asignó en su nacimiento. Por otro lado, Paola Salinas, en “Lo indecible, lo ilimitado y lo Queer”, nos convoca a no retroceder frente a la discusión de las identidades sexuales. En la secuencia, Rogério Barros aborda los “Nuevos síntomas, aún el malestar”, que se evidencian no por la falta sino por el exceso, apuntando a una nueva clínica; y Luis Francisco Camargo, con “La aporía del acto en supervisión”, llama la atención hacia, más allá del saber, preservar el lugar del deseo del analista.

Continuando la lectura nos encontramos con los textos indicados bajo el título Psicoanálisis en la ciudad. Gustavo Cetlin nos presenta “Escribir-se: cuerpo, psicoanálisis y la función de un encuentro”, un documental brasileño, “Laerte-se”, que narra la transición de un hombre cis hacia una mujer trans. Esta historia ficcionalizada es el lema de la presentación de un caso clínico donde lo que está en juego es la escritura de un cuerpo. Enseguida, Rafaela de Oliveira propone, en: “Para el psicoanálisis … el punto de imposible”, diferentes modelos de relaciones íntimas: entre personas hetero y homoafectivas, trans y cisgéneras que desembocan en “nuevas configuraciones familiares”. “Escribir lo indecible: ¿un esfuerzo de poesía?” es el texto de Pauleska Nobrega; allí retoma a Marie de la Trinité que, al encontrarse con el Padre y el Verbo, fue arrebatada por el amor y hace de la escritura la erosión de lo interpretable, de lo decible.

El tema de la pandemia no podía estar ausente en estos tiempos de disturbios sociales. Andrea Améndola, en “El deseo del analista en la práctica con adolescentes en pandemia”, discierne sobre el encuentro del adolescente con un analista y la posibilidad, frente a lo que no cesa, en lo indomable de las pulsiones, de descubrir que es posible tomar decisiones. Con “El Diván Virtual”, Lenita Bentes, en esta misma temática, afirma que la nueva rutina, los nuevos parámetros y el aislamiento social han repercutido en la atención psicoanalítica y concluye que el dispositivo analítico está hecho de tal manera que la oferta crea la demanda sin responder a ella. Aún en esta rúbrica, Gabriella Dupim, en “Y las mujeres, ¿qué dicen de la guerra?”, se refiere a un imposible de decir que lee en los testimonios de mujeres que regresaron de la guerra. Por otro lado, Geisa de Assis, con “La basura hablará y será bueno.” nos pregunta: ¿cuál es la lógica del racismo en el inconsciente y, siguiendo a Lacan hasta el final de su enseñanza, en el ser hablante? La conclusión posible es pensar que el psicoanalista encarna y, por lo tanto, hace presente el resto para ser segregado, en los análisis y en la Ciudad.

A continuación tenemos FAPOL en movimiento, que pone énfasis en el trabajo del Cartel con textos de Denizye ZachariasLos efectos del más uno–  destacando los efectos de la formación del cartel; Claudia Murta – ¿Ya hiciste una declaración de amor?–  a partir de la pregunta ¿por qué lo femenino es pareja del amor? concluye presentando los cuatro partenaires elaborados por Miller en el transcurso de un análisis, yendo más allá del atravesamiento del fantasma en el Partenaire-síntoma.

Nos encontramos también con el subtema Amor y Escuela, en los textos de Frank Loreto –La Escuela, una modalidad de amor– y el de Zulema BuendíaAmor al sinthoma–, ambos bajo los efectos del XI ENAPOL, que también repercuten en el aporte de Mariela Lavia –Sigmund Freud, las cartas de amor– que toma el amor como un laberinto de malentendidos. Y, finalmente, De la ficción a la fijación, un texto de Daniela Dighero, que se interesó por el lugar de la ficción en el análisis y por su destino en su final.

Acercándonos ya al final de nuestra lectura, tenemos Política Lacaniana en la FAPOL, con  textos sobre el autismo y lo femenino. Dos preguntas los orientan: la de Marcela Piaggi –El rodeo por el doble y el amor en el autismo– ¿Qué pregunta podría ser más difícil de responder sino la que se refiere al amor en el autismo? Y la de Gabriel Goycolea –Sistemas clasificatorios y predicados lingüísticos de clases en el autismo– ¿Qué es el autismo? Y, sobre lo femenino, encontramos buenas lecturas con los textos de Silvia Swarc Amor y estrago– y el de Paul Mata AlcántaraLo femenino: del horror al sinthome–, que parte del “repudio a lo femenino” en Freud hasta el Lacan del goce femenino en el Seminario XX. Con el texto Del más allá del padre a su desplazamiento, Antonela Garbet recorre un camino desde más allá del padre, para concebir el final de análisis como la autorización del sujeto en lo que tiene de femenino. Continuamos con María de los Ángeles Morana “La página en blanco”, una forma fecunda de vacío – que convoca lo femenino en su alteridad radical y la página en blanco articula la historia del sujeto y su falta constitutiva.

Aún en esta edición, abrimos la rúbrica Psicoanálisis y arte –un verdadero regalo de Navidad (con la curaduría de Graciela Allende y Beatriz García Moreno) –, con una entrevista a Mónica Biaggio que merece destacarse especialmente, considerando su enfoque en la relación entre psicoanálisis y arte: su proceso creativo como un hacer algo nuevo; la referencia al objeto a-rtístico – que se sostiene en un vacío y no viene para llenar nada porque se trata de un agujero que no puede ser tapado; el riesgo del arte cuando ingresa al mercado es producir un otro gadget; su trabajo con la inconsistencia y otros temas relacionados.

A continuación tenemos los textos sobre cine y fotografía: Bruni Tarpani y Eduardo Benedicto, en “Soñar y gozar: ¿despertar con el cine?, resaltan el gran interés que despierta el cine, no solo por ser objeto de análisis, sino también por inspirar conceptos y reflexiones. Y Giovana Mesquita en “Las víctimas de lo que no se ve en cine de Dolan”, propone que a través del cine, podemos aprender algo del amor. Tenemos aún a Adriana Tyrkiel hablando de Violencia: la otra cara del amor a partir de la pregunta: ¿Cómo se explica que entre dos que decían amarse surjan situaciones de extrema violencia?

Cerrando la rúbrica, podemos disfrutar de las participaciones de Wilker França, “Texto-Acción”; Marcela Mas, “El destino de los paraguas” y la video-entrevista sobre cine con Diana Pawloski que, con la idea del “cine como un revelador sensible” es también, como el psicoanálisis, una manera de tratar lo real.

Al finalizar el año 2021, en el que FAPOL realizó con éxito X ENAPOL, ofrecemos a nuestros lectores de las tres Escuelas de América y del Campo Freudiano, LACAN XXI, No 11, momento en el que agradecemos, especialmente a los autores, traductores y a la Comisión Editorial por hacer que esta Revista exista. ¡Una buena lectura!