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La máquina de triturar gente


lacan21 - 24 de junio de 2022 - 0 comments

Helenice de Castro (EBP/AMP)

Encuentro en “La Tercera” proposición de Lacan que “las palabras introducen en el cuerpo algunas representaciones imbéciles”. El impacto de esta aserción me remite inmediatamente a la cuestión del racismo en Brasil.

Como nos advierte Silvio Almeida, a pesar de hoy haberse vuelto un lugar común la afirmación de que tanto la antropología como la biología del Siglo pasado demostraron la inexistencia de factores biológicos o culturales que justifiquen un tratamiento jerarquizado de los diversos sistemas morales, culturales, religiosos y políticos, la noción de raza prosigue siendo utilizada para velar desigualdades y legitimar la segregación de grupos raciales históricamente segregados, como los afrodescendientes en Brasil.

La idea de vivir en una democracia racial, difundida por tantos años en el país, terminó por negar la existencia perversa del binarismo blanco-negro, donde en principio están garantizados los privilegios del “color claro del opresor”.

En qué interesa esta cuestión al psicoanálisis, podemos preguntarnos.

La afirmación de que “las palabras introducen en el cuerpo algunas representaciones imbéciles”, me parece que abre entonces una nueva vía para retomar las elaboraciones de Freud, elaboraciones respaldadas por Lacan, que el ser hablante es un ser social, y que por lo tanto no está desarticulado de lo colectivo.

Al explorar este enlace entre lo singular y lo colectivo, Jacques-Alain Miller, en “Intuiciones Milanesas”, nos dirá que la definición de que el “inconsciente es la política” surge en Lacan ligada a la noción de que el inconsciente está estructurado en y por el discurso del Otro.

“La definición del inconsciente mediante la política va muy hasta el fondo de la enseñanza de Lacan. “El inconsciente es la política” es un desarrollo de “el inconsciente es el discurso del Otro”. Este vínculo con el Otro, intrínseco al inconsciente, es lo que anima desde su punto de partida la enseñanza de Lacan. Se trata de lo mismo cuando se precisa que el Otro está dividido y que no existe como Uno.

“El inconsciente es la política” radicaliza la definición del Witz, del chiste como proceso social que encuentra su reconocimiento y su satisfacción en el Otro, en cuanto comunidad unificada en el instante de reír.”

Pues bien, si el inconsciente es el discurso del Otro, estamos en el campo del inconsciente estructurado como un lenguaje, donde el Otro equivale al Otro simbólico o aun al mar de significantes donde el sujeto se baña en su constitución. En esta misma dimensión la dialéctica del deseo se instala con el sujeto intentando descifrar su deseo tomándolo como deseo del Otro, ya que el deseo se constituirá a través de los desfiladeros de los significantes del lenguaje.

Es interesante destacar aquí este lazo del sujeto con el Otro en tanto el Otro equivale a la estructura del lenguaje que lo impregna.

Aún en Intuiciones Milanesas, Miller retomará la crítica de Lacan hecha a Daniel Lagache para decir que la estructura que está en juego en el psicoanálisis escapa de la antinomia entre aquello que apunta a describir ordenadamente la realidad y el modelo teórico elaborado lejos de la experiencia. Esta oposición  entre la estructura como descripción y como modelo, desconsideraría un tercer modo en el cual es la propia estructura la que pone en escena la realidad a través de los efectos que produce.

Siguiendo en esta dirección, llegamos a la proposición de Lacan de que la estructura opera en la realidad “como máquina original que pone en escena al sujeto” a partir de sus efectos de verdad y de goce.

Al desarrollar un poco más esta proposición  vemos que la estructura se define como esta máquina constituida por una combinatoria significante que determina y condiciona rigurosamente las variaciones posibles. El sujeto es, nos recuerda Miller, puesto en escena al mismo tiempo como actor y como espectador , pero jamás como director.

El adjetivo original que acompaña el sustantivo máquina apuntaría a lo que surge de único en la dimensión combinatoria de los significantes allí en juego, descartando un origen genético. Por esta vía la experiencia analítica apuntaría a reconstituir la particularidad de esta máquina original en cada caso.

Pero si el psicoanálisis sostiene la transindividualidad del sujeto y si, como vimos, “el inconsciente es la política” en lo que remite al lazo con el discurso del Otro, la máquina original que pone en escena al sujeto implicaría también al sujeto de la civilización, no restringiendo la proposición de Lacan a la experiencia analítica strictu sensu.

Esta pequeña digresión sobre la noción de estructuralismo en Lacan , ya bastante conocida por muchos de nosotros, me sirve aquí para retomar la cuestión sobre el racismo en Brasil a partir de la concepción presentada por Silvio Almeida del racismo estructural.

Si estábamos habituados a restringir el racismo al ámbito individual cuya respuesta sería una responsabilización jurídica del individuo, o aun al concebir que las relaciones raciales se constituyen por el poder de un grupo sobre otro a través de aparatos institucionales, la noción de racismo estructural explicita que las instituciones son sólo la materialización de una estructura social o aún de un lazo social que tiene el racismo como uno de sus elementos originales.

El énfasis a la dimensión estructural del racismo revela, por lo tanto, que el genocidio del negro en Brasil dice respecto de un sistema social que funciona como una máquina productora de desigualdad, donde estamos todos involucrados.

Y como nos recuerda Marcus André Vieira si hay una contribución de Lacan a este debate “es que en la clínica psicoanalítica el término “estructural” sólo existe para situar de qué modo el sujeto puede ser llamado a participar de la subversión de esta estructura”, volviendo así menos imbéciles las representaciones que cada uno carga en el cuerpo.

 Traducción: Marita Salgado

 


Notas:
1 Lacan, J., Revista Lacaniana de Psicoanálisis 18, “La Tercera”, Grama Ediciones, 2015, Bs. As., p. 12
2 ALMEIDA, S. Racismo estrutural. São Paulo: Pólen, 2019. p. 31.
3 VIEIRA, M.A. Meus dias de branco. In: Correio express, Revista eletrônica da Escola Brasileira de Psicanálise, n. 22, abril, 2022. p.2
4 https://sobrevolandolacanquotidien.blogspot.com/2017/09/intuiciones-milanesas-por-jam.html
5 Lacan, J., Escritos 2, “Observación sobre el informe de Daniel Lagache”, SXXI Editores, 1980, Mexico, p 271
6 ALMEIDA, S. Racismo estrutural. São Paulo: Pólen, 2019. p. 46-57
7 VIEIRA, M.A. Meus dias de branco. In: Correio express, n. 22, Revista eletrônica da Escola Brasileira de Psicanálise, n. 22, abril, 2022. p.4
https://www.ebp.org.br/correio_express/2022/04/18/meus-dias-de-branco1/