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El cartel: enjambre para una Durcharbeitung de los impasses de la época


lacan21 - 26 de mayo de 2020 - 0 comments

Graciela Allende - “Sin título”. Fotografía.

Graciela Allende – “Sin título”. Fotografía.

Roxana Vogler – EOL – AMP

Los efectos imaginarios grupales que operan bajo la lógica del todo producen consecuencias segregativas. Lacan, advertido de ello, ofrece a los miembros de su Escuela el dispositivo de trabajo del cartel, en el que cada integrante se identifica con el lugar del trabajador decidido, suscitando saber, pero desde una posición analizante, remitiendo el objeto causa a su referencia más propicia, Freud y Lacan.

Ahora bien, este dispositivo particular de elaboración de saber sobre el lugar y el lazo ¿podría ser usado para un tratamiento posible de los impasses de la época en lo social, en lo institucional? ¿Podemos servirnos de esta modalidad de trabajo colectivo que vamos forjando como instrumento al interior de nuestra comunidad, para intervenir como analistas ciudadanos?

Miller deja una pista en su texto prínceps sobre el cartel, donde refiere que “el cartel no me ha interesado nunca más que con propósitos de saber. Admito de buena gana otros usos, pero éste es el mío”.

Para pensar estos otros usos me oriento con una pregunta planteada por M. Bassols: “¿Cómo se identifica cada uno ante el Otro imposible de lo social?”. Sabemos que las identificaciones no son puramente imaginarias; está el aspecto simbólico y también lo real, ese carozo que inquieta el cuerpo y los lazos.

En ocasión de las Primeras Jornadas de Carteles de la ECF, Lacan puso el acento del trabajo de Escuela en el dispositivo del cartel y recalcó que había razones teóricas que fundamentaban la estructura de al menos “tres personas más una, lo que en principio hace cuatro”. Lo fundamenta tomando la lógica nodal. Y respecto al cartel agrega: “¿Pero nunca escucharon hablar de la identificación? Lo que yo deseo, ¿es qué? La identificación al grupo”.

Luego le agrega un matiz: “una cosa es segura: los seres humanos se identifican con un grupo. Cuando no lo hacen están jodidos, están para encerrar. Pero con eso no digo con qué punto del grupo tienen que identificarse”.

En ese año Lacan daba su Seminario R,S,I, donde dice que el número tres es “lo real”, a saber, lo imposible, lo real como consistencia lógica que puede mantener unidos los otros dos elementos. “Lo real está caracterizado por anudarse […] el inconsciente es lo real […] en tanto que está agujereado”.

Nos va llevando así a deducir que ese punto de identificación es un punto nodal que se empareja con lo real y puede ser pensado con el nudo borromeo como soporte de las identificaciones y también del cartel.

Lacan dice: “El X + 1 es lo que define el nudo borromeo a partir de que al retirar este 1, que en el nudo es cualquiera, se obtiene la individualización completa, es decir, lo que queda, a saber, que de la X en cuestión no hay más que el uno por uno”.

El más uno, entonces, cumple una función de anudamiento. Desde su lugar éxtimo, sin pertenecer al conjunto, apunta a mantener juntos a los cartelizantes causados por un trabajo de elaboración de saber, pero no de cualquier manera. ¿Cuál es entonces esa especificidad de su función?

Al más uno le compete una función paradojal y compleja: no debe identificarse al líder ni al amo, tampoco al sujeto supuesto saber, ya que no es la posición del analista la que le conviene. Más cercanía tiene su función con la extimidad: excluido como uno, pero inyectando el efecto sujeto de manera de propiciar la producción de un rasgo singular, señala y soporta el agujero en el saber.

¿Cómo se ubica el más uno para lidiar con la inercia de las identificaciones que empujan a la “obscenidad imaginaria” como inevitable efecto grupal? Es un punto de conflicto latente que amenaza la lógica del no-todo del cartel. Vale aquí la pregunta: ¿con qué se identifica cada cartelizante?

Si ubicamos ese con qué, lo que queda identificado es el objeto causa, no el sujeto.                                   

El más uno soporta sobre si la falta, tomando a su cargo la división subjetiva. Sólo desde este movimiento de vaivén hacia adelante, entre el pegoteo y el remolino, será posible el trabajo de esta colectividad, ya que, como refiere Miller, toda elaboración siempre es provocada, “no hay vocación por el trabajo sino más bien para la pereza”. Con esta misma lógica podríamos pensar que no hay vocación por desidentificarse.  De esta vocación por la identificación se sostiene la lógica del para todos que nutre los síntomas contemporáneos, propicia la igualdad del goce y al mismo tiempo coexiste con la pluralización de identificaciones que proliferan, en una paradoja de los goces que nos convoca a saber leer la subjetividad epocal.

Sostener la lógica del no-todo puede ser sabido, es condición para que haya producción de saber, de modo que cada uno ponga en valor un rasgo propio. Es lo esperable para el trabajo de producción de un cartel en cualquiera de sus usos posibles; también como modo para el tratamiento de las identificaciones. Rescato un ejemplo de este trabajo de descompletamiento de las identificaciones en lo social, en el Primer Foro de la Red ZADIG Argentina, sobre Feminismos. En él se escucharon múltiples voces provenientes de distintos discursos, decires singulares abiertos a la conversación y a una investigación como un work in progress.

¿No actuó el Foro acaso como agente provocador, y al igual que el más uno abrió agujeros en las cabezas, apuntó a hacer aparecer el real fundacional del colectivo, de modo que sirva de mojón para orientar el despeje de las identificaciones y permita decantar el rasgo singular hacia una la elaboración de saber sobre lo imposible de decir?

¿Dónde está ubicado el a en el colectivo que trabaja como cartel? Allí me interesa resaltar el estatuto de “ruina” que Miller da a los significantes amos producidos en la experiencia analítica. “¿Qué es lo que esconde un análisis? Identificaciones que caen. No desaparecen todas, sin embargo, pero el sujeto hace al menos la experiencia de lo que de su ser no está representado por los significantes amos”.

Esta posición del a como resto, ruina, llama a ser alojada en el grupo, o se le supone al más uno. ¿Qué hacemos con eso los analistas? ¿Denunciamos las identificaciones? .

Creo que la lógica lacaniana del no-todo es la clave de lectura para una elaboración de los impasses de la época, una Durcharbeitung, como nombra Miller al despertar provocado por el cartel.

Apostar al dispositivo órgano de base de la Escuela para salir a lo social resulta un desafío inquietante que consuena con lo que Lacan plantea como la llave del sofisma de los prisioneros, en el que se juegan las paradojas de las identificaciones entre ellos y se deduce una lógica de colectividad, recordando a Freud: “lo colectivo no es nada sino el sujeto de lo individual”.

Orientarnos por lo real, aun en nuestras intervenciones en lo social, es nuestra impronta como analistas lacanianos en esta época, la que nos toca vivir, sin nostalgia patriarcal, en la que sostener el desconcierto por el inconsciente, lo imposible de las identificaciones y la creencia en el síntoma nos permitirá dejar abiertos los enigmas necesarios para que el psicoanálisis sobreviva al triunfo de la religión, del sentido pleno.


NOTAS:
1. Miller, J.-A., “Cinco intervenciones sobre el tema de la elaboración provocada”, Intervención en l’ecole de la Cause Freudienne (Reunión de los Carteles), 11 de diciembre de 1986. Publicado en español en “El cartel en el Campo freudiano.  http://www.cuatromasunoeol.com/static/ediciones/008/bibliografia-sobre-el-cartel/cinco-variaciones-sobre-el-tema.
2. Bassols, M. ¿Con qué se identifica Ud?, Conferencia dada en el Centro Descartes, Buenos Aires, Julio 1996,  http://miquelbassols.blogspot.com/2015/09/con-que-se-identifica-usted.html
3. Lacan, J., Seminario 22, RSI, clase del 15 de abril 1975, inédito.
4. Idem.
5. Idem.
6. Ibid, Clase del 13 de mayo 1975.
7. LACAN, Jacques. Journées des cartels de l’École freudienne de Paris. Maison de la chimie, Paris. Parues dans les Lettres de l’École freudienne, 1976, n°18. s/p  http://aejcpp.free.fr/lacan/1975-04-12e.htm
8. Idem
9. Cfr. http://www.radiolacan.com/es/topic/1278/3#
10. Miller, J.-A., “Cinco intervenciones sobre el tema de la elaboración provocada”, Op. cit.
11. Idem
12. Idem
13. Lacan, J., “El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada” (1951) Escritos 1, Siglo XXI editores Argentina, Buenos Aires, 2003, p. 203.