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La violencia y las mujeres en Latino América Violencia de género: una investigación psicoanalítica


lacan21 - 4 de mayo de 2018 - 0 comments

Mónica Biaggio. “Aire”. Aguada. EOL- AMP

OBSERVATORIO FAPOL 1

Coordinador: Jorge Chamorro

Ideología o lógica:

La lógica psicoanalítica interroga las categorías generales presentes en la ideología que subyace a la violencia de género y que tiene sus orígenes en el movimiento feminista.

Contrapunto entre una lógica que tiende a la captación de la singularidad y la ideología que al sustentarse en categorías generales encubre toda singularidad.

La legislación orientada por esta ideología arrastra las mismas fragilidades, prejuicios y desconocimientos. Aloja la problemática en el hombre y constituye a la mujer en víctima natural de un delito provocado por él.

La víctima: el prejuicio construye el juicio.

Este lugar es ocupado por las mujeres. Es el resultado de diversos condicionamientos.

Si partimos del preconcepto: “hay violencia contra las mujeres”, no hay ninguna duda que la habrá. Recortando este fenómeno y destacandolo, este hecho prevalecerá sobre otros. Si además construimos dispositivos y leyes que respondan al mismo, habremos construido un real que no estaba en la realidad.

El psicoanálisis interroga a la víctima en tanto sujeto responsable.

Esta formulación se distancia totalmente de aquella que dice: “algo habrá hecho”.

Se entiende como sujeto responsable la implicación subjetiva, de deseo y de goce de cada uno. Las figuras de lo femenino deberán dar cuenta de su articulación a la víctima. No hay duda de que la mujer ha sido víctima del discurso predominante de los hombres. Hipócrates, Aristóteles, los hombres de iglesia, Schopenauer entre otros.

La cuestión esencial es cómo se sale de ese lugar. Seguramente no es por la puerta de desconocer las particularidades de lo femenino.

El victimario: hombre violento

Es una categoría que identifica el ser del hombre y la violencia, anulando las drásticas diferencias entre el acto y el ser. El pasaje al acto no define al ser, pero la ideología los unifica y de esta unificación emerge una condena acéfala que no calcula circunstancias, no distingue patologías. Por ej., psicosis paranoicas, siempre dispuestas a la violencia de género y de las otras.

Las legislaciones y los dispositivos condenan a priori al hombre como violento, lo segregan y lo excluyen. La capacidad creativa de estas categorías es una verdadera amenaza: “sos violento”. Bajo esta categoría entra de todo, incluso padres que pretenden ejercer su función. Es decir: “que se enojan”.

En el espacio del hombre violento entra un hombre impotente, un esquizofrénico que mata a cinco mujeres, un hombre que empuja a su mujer, que cierra la puerta con llave y no la deja salir, un paranoico que supone que su mujer hace cosas por detrás, pero también un sujeto en análisis que interroga su acto y se implica en él.

El experto en violencia de género: Un sujeto de lo universal

Es un sujeto envuelto en las ideologías antedichas, que cuenta con leyes y dispositivos que lo acompañan. Dispuesto a desconocer particularidades,  plasma sobre hombres muy diferentes la categoría:  “violento”. Victimario desde la ley o ¿víctima de los dispositivos? Esto no es solo un ejercicio de la nominación. Trae consecuencias: prohibición de contactar a los hijos, distancias con la mujer, resarcimientos económicos.

Al mismo tiempo, la categoría “víctima” irresponsabiliza a la mujer y la propone como la “reivindicadora”, que es el nombre del aplastamiento de lo femenino.

La lógica del psicoanalista y sus consecuencias:

Escuchar a cada sujeto sin prejuicios, permitirá al psicoanalista:

– separar a la mujer y al hombre de los universales,

-separar el acto del ser,

-interrogar los síntomas que producen los dispositivos de protección de la víctima,

-evitar el desencadenamiento de protocolos que, sobre el fondo de denuncias a veces inconsistentes, avanzan sobre la realidad de los hechos,

-trabajar en el levantamiento de la calificación del acto violento como delito. Se trata de un prejuicio que condena sin juzgar, lo cual es una verdadera excepción al orden jurídico.

-revelar que detrás de la problemática de la trata de personas hay una condena y sanción que castiga a la prostitución bajo el amparo de la protección a la víctima.

Concluimos, que la lógica del psicoanálisis (con su consecuente ética y política) es fundamental para encarar el problema actual de la violencia de genero.


Responsables: Marcelo Marotta, Daniel Millas.
Establecimiento del texto: Andrea Berger, Graciela Campanella
Colaboradores: Lucila Astorga, Mónica Biaggio, Cristina Lospennato, María Fernanda Mina, Diana Paulovsky, Patricia Sawicke, Walter Sierra, Beatriz Stillo, Claudia Zampaglione, Paula Szabo, Liliana Szapiro, Gabriela Triveño, Cecilia Varela.