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Los lazos entre la lengua y el goce… ¿apostamos a la libertad de la palabra?


lacan21 - 24 de junio de 2022 - 0 comments

Susana Dicker (AME NEL/AMP)

En los tiempos que corren[1]

Violencia, renovadas amenazas de guerra entre los países, falta de garantía desde los Estados- en particular respecto a la justicia-, dictaduras con disfraz democrático, el fenómeno de la migración a nivel mundial, el narcotráfico, el aislamiento a causa de la pandemia de Covid 19, la híper vigilancia encarnada, en particular, en la “vigilancia” digital y, más allá, la “toda-libertad”- imaginario que pasa al acto con el desfallecimiento del Nombre del Padre- hacen lugar a la angustia y la concomitante crisis en los “ciudadanos del mundo”.

“De hecho, cuando los semblantes de una época comienzan a derrumbarse, todo puede desbocarse en esos impasses insolubles en relación a lo real que se presentan en nuestros días, más allá de lo que anunciaba el término freudiano de malestar. No nos es raro encontrar, en las historias políticas de las naciones, el recrudecimiento de la cólera, del odio, de las quejas arrasadoras, patéticas, de aquellos que ven a los semblantes retirarse, hecho que en el fondo, se demuestra que se goza con ellos.”[2]

Los cambios vertiginosos en los tiempos que corren, sus consecuencias en las relaciones familiares, filiales, entre los sexos, nos confrontan con las marcas del “fracaso de los modos tradicionales de regulación del goce. Y esto lo podemos afirmar sin ningún tipo de añoranza por épocas pasadas porque el psicoanálisis no hace de ningún ideal la bandera de su orientación clínica, política o epistémica”[3].

El discurso de la ciencia y el avance de las tecno ciencias, el discurso capitalista que las acompaña y la apuesta al “todo es posible” interroga al psicoanálisis y sus propuestas y las renueva, en el contrapunto entre la sombra de los vaticinios sobre su futura desaparición y su oferta ética.

Miller pone el acento en lo que la ética implica para el psicoanálisis y dice: “Lo propio de la ética es desprendernos, apartarnos de lo que creemos familiar (…) es reconducirnos de lo familiar a lo extraño, enseñarnos que, cada vez que creemos encontrarnos en nuestra morada, no hacemos más que estar en mora con respecto a lo extraño (…) no queremos alcanzarlo, nos defendemos de ello. Esta defensa respecto de lo unheimlich es un modo absolutamente primordial del sujeto. El esfuerzo de rigor realizado por Lacan en La ética del psicoanálisis consiste en indicar cómo se rompe con la rutina del placer con vistas a lo unheimlich del goce.”[4] Y esto es lo que el psicoanálisis ofrece al analizante, pero también cuando busca despertar del hábito y la rutina a los analistas que lo practican, más aún, desfamiliarizarlos de sus saberes a la hora de recibir a quien demanda un análisis.

Desde este concepto de ética para el psicoanálisis deseo abrir un nexo con lo que nombra a este trabajo: “Los lazos entre la lengua y el goce… ¿apostamos a la libertad de la palabra?”, puesto que desde los primeros desarrollos freudianos no ignoramos el determinismo que pesa sobre el sujeto. Un determinismo inconsciente que luego Lacan formulará ubicando al sujeto como efecto del significante y ¿por qué no? del objeto resto de esa operación y que dio en llamar objeto a, causa de deseo pero también de goce.

Una paradoja del psicoanálisis, pero también su apuesta

De acuerdo al planteo inicial interesa la distinción entre libertad de palabra- que a nivel social evoca la libertad de expresión- y la libertad de la palabra en psicoanálisis.

“La libertad de expresión no es solamente un derecho para uno mismo; incluye, y es lo fundamental, el deber de respetar la de los demás. Es más del orden de vivir juntos y, en este sentido, comporta una serie de restricciones, de límites, como: la discriminación, la difamación, la apología del crimen, el insulto, la vulneración de la vida privada, etc”.[5] Dicha libertad de expresión procura ejercerse cuando una sociedad deja al ciudadano a merced del capricho de las instancias de poder, allí donde civilización y cultura no instalan un límite en un ejercicio ilimitado del mismo. Hablamos de “democracias sin padre”[6].

El psicoanálisis- y el psicoanalista que apuesta a sus principios- no elige la vía educativa ni de lucha contra un poder establecido. Se ubica en una posición subversiva y “conduce al sujeto a encontrar su propio camino, la senda de su deseo. Es una senda difícil, ardua, que Lacan sitúa en el rango de una ética de nuestros actos (…) Que, de este modo, en esta relación con la ética, haya para un sujeto una posibilidad de elegir cómo actúa y lo que dice en la sociedad donde vive y se mueve.”[7] Rescatar la fuerza de la palabra y del deseo es el paso a la libertad de la palabra para el ser hablante, allí donde se hace responsable de la posición que asume. Esto lo constituye en sujeto de derecho, en tanto ese acto logrado a través de la experiencia analítica es un acto sostenido en la ética del bien decir. Acto que no es sin asumir la propia división, ni tampoco sin el costo con el que paga el tratamiento de ese real que el psicoanálisis reconoce “sin ley”, sinsentido, pero del que el ser hablante hace causa eficiente, soporte del goce que hasta ese momento dibuja su estilo en la vida, en el amor, en sus síntomas.

Entonces, ¿desfamiliarizar?

Separarse, distanciarse… significantes-balizas de un recorrido analítico que no desconoce que “la elección es libidinal y que el goce la torna incalculable”[8]. Libertad de la palabra no sin las marcas del “troumatisme de lalangue” ni de las contingencias de los encuentros.

Libertad, al fin, diferente a esa “que parece ser la marca de esta época: la de un individualismo (…) que parece ceñirse al individuo y sus goces”.[9] Impasse ético en los tiempos que corren.

 


[1]  Miller, J. A.- Todo el mundo es loco, Paidós, Argentina, p 11.
[2]  Santiago, J.- “El reverso de la biopolítica” en Virtualia #39, Revista Digital de la Orientación Lacaniana 2021-2022. Cita aquí a JAM en: “La psychanalyse, la cité, les communautés”, La Cause freudienne n. 68, 2008, p. 116.
[3]  Castellanos, S.- “Crisis, ¿qué dicen los psicoanalistas?” en Virtualia  #39, Revista Digital de la Orientación Lacaniana 2021-2022
[4]  Miller, J A.- Causa y consentimiento, Paidós, Argentina, p 13.
[5]  Briole, G.-Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL. Número Extraordinario dedicado a: Zadig. La movida Latina. Grama Ediciones, Argentina 2017, p 25
[6]  Brousse, M. H.- Intervención en el Forum europeo de Turín de la EFP, «Deseos decididos por la democracia en Europa», 18 de noviembre de 2017.
[7]  Briole, G.- Op Cit, p 31
[8]  Ons, S.- El movimiento trans. Entre el feminismo y el machismo, Grama ediciones, Argentina, 2021, p 16
[9]  Ons, S.- Op.Cit, p 16